Las huellas dentro de mi

Las huellas dentro de mi

¿Qué es la patria? ¿Qué define las fronteras dónde se acaba “mi tierra” y comienza la de alguien que no es mía? ¿Los políticos que adaptan los mapas a su antojo? ¿Los limites municipales del pueblo donde ha nacido uno? ¿Los relatos históricos? ¿El espacio imaginario compartido creado por los libros, canciones y mitos? ¿Qué hace uno pertenecer a una nación y no a la otra?
Hace muchos años entré con los brazos abiertos al cosmos cosmopolita poniéndome orgullosa la etiqueta “la ciudadana del mundo”. Puedo sentirme en casa en cualquier rincón del planeta. El universo socio-cultural de Rusia contemporánea me resulta ajeno. Y sin embargo soy rusa. Siento un inequívoco vínculo con aquello que se denomina “mi tierra” los lindes de cual no sé dibujar. ¿Qué me hace rusa? ¿Los mitos, las canciones, los libros? ¿La respiración del viento sobre el campo? ¿El color cian del cielo bucólico que no parece a nada más en el mundo? ¿La fuerza mágica del bosque? Las memorias de la infancia guardadas en las células de mi sangre?
Las magdalenas de Proust se convirtieron en mi en los envoltorios de chocolatinas. Las postales enviadas desde el imperio caído. Los cuentos y relatos que solo puedo ver por la mirilla del caleidoscopio mágico, un portal cuántico entre universos paralelos. El cordón umbilical que me nutre y me define de una manera que no comprendo del todo pero que no puedo negar tampoco.
Hace muchos años entré con los brazos abiertos al cosmos cosmopolita poniéndome orgullosa la etiqueta “la ciudadana del mundo”. Puedo sentirme en casa en cualquier rincón del planeta. El universo socio-cultural de Rusia contemporánea me resulta ajeno. Y sin embargo soy rusa. Siento un inequívoco vínculo con aquello que se denomina “mi tierra” los lindes de cual no sé dibujar. ¿Qué me hace rusa? ¿Los mitos, las canciones, los libros? ¿La respiración del viento sobre el campo? ¿El color cian del cielo bucólico que no parece a nada más en el mundo? ¿La fuerza mágica del bosque? Las memorias de la infancia guardadas en las células de mi sangre?
Las magdalenas de Proust se convirtieron en mi en los envoltorios de chocolatinas. Las postales enviadas desde el imperio caído. Los cuentos y relatos que solo puedo ver por la mirilla del caleidoscopio mágico, un portal cuántico entre universos paralelos. El cordón umbilical que me nutre y me define de una manera que no comprendo del todo pero que no puedo negar tampoco.

Las huellas dentro de mi

Año2011-2014

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