“Práctica no es algo que uno hace cuando llega al nivel de maestría, es algo que hace a uno llegar a la maestría”.

Malcolm Gladwell

En nuestro último encuentro empezamos a hablar sobre la relación entre motivación y creatividad. El tema de la motivación va estrechamente ligado al tema de la perseverancia.

Piensa en el hábito que llevas tiempo pensando adquirir pero que por alguna razón aun no has pasado a la acción. Tiene que ser algo que requiera de una disciplina diaria, como por ejemplo: empezar a correr por las mañanas, ir al gimnasio, practicar meditación, dejar de comer por las noches, ir a dormir temprano, no llevar trabajo a casa, mantener limpia tu mesa de trabajo, lavar los platos inmediatamente después de haber comido, empezar a pintar o ir a pasear antes de ir a dormir. Tiene que ser algo que te motive, que te resulte interesante o beneficioso pero que requiera un esfuerzo y un cierto cambio de hábitos por tu parte.

Reflexiona sobre el nivel de esa habilidad al que te gustaría llegar. Formula un objetivo de aprendizaje para ti.

Sigue las siguientes reglas de buena formulación de objetivos:

  • El objetivo tiene que ser formulado de manera concreta.

Que sea posible medir tu progreso hacia el objetivo. ¿Cómo vas a saber si has llegado a tu objetivo? Por ejemplo, no vale: “Quiero aprender a tocar la guitara”. Pero el objetivo podría ser: “Quiero aprender a tocar con fluidez mis diez canciones favoritas para que pueda tocarlas libremente con mis amigos y que a ellos les agrade” – las variaciones pueden ser múltiples según lo que realmente quieras tu.

Evita las formulaciones que traten de lo que no quieres tener, sino habla de lo que quieres en su lugar. Por ejemplo, no vale: “No quiero sentir miedo de hablar en publico”. La buena formulación del objetivo podría ser: “Quiero ser capaz de dar un discurso de 10 minutos delante de un grupo de unas veinte personas con total seguridad y confianza en mí mismo”.

  • El objetivo tiene que ser formulado en positivo.
  • Conseguir el objetivo tiene que depender de ti.

No tiene sentido formular un objetivo como: “Quiero que todo el mundo me quiera”, porque no depende de ti. Pero el objetivo podría ser “Quiero mantener al máximo mi estabilidad emocional incluso cuando me parezca que no le gusto a alguien”.

Es muy bonito soñar “Quiero llegar a la luna”, pero tal vez es mejor empezar por algo más próximo como “Quiero ponerme en forma física digna de un astronauta”, aunque en este caso sería necesario definir más concretamente en qué consiste para ti esta forma física digna de un astronauta.

  • El objetivo tiene que ser alcanzable para ti.

Ahora, que has formulado tu objetivo de desarrollo de la habilidad que has elegido, reflexiona ¿Qué efectos positivos va a atraer en tu vida conseguir este objetivo?

Escribe tres razones por qué es importante para ti.

Pero el camino hacía este objetivo final puede ser muy largo. Así que necesitamos empezar por pasitos pequeños. Pasitos que podamos controlar.Siguiendo las mismas pautas de buena formulación de objetivos, formula un objetivo de desarrollo de tu habilidad para esta semana. El objetivo puede ser muy-muy pequeño, acorde con tu disponibilidad y las posibilidades de esta semana.
Crea un dibujo que marcaría una ruta imaginaria de tu progreso del lugar donde estás ahora en el desarrollo de tu habilidad, y un lugar donde estarás cuando consigues el objetivo de esta semana. Este mapa lo puedes dibujar a mano, o utilizando cualquier programa del ordenador o plataforma online, como, por ejemplo, www.cacoo.com.

Marca ahora mismo tu posición actual en el mapa. Durante los próximos siete días a diario marca en tu mapa tu nueva posición.

Al cabo de siete días reflexiona:

  • ¿Cómo te ha ido la experiencia?
  • ¿Qué has observado sobre tus motivaciones durante esta semana?
  • ¿Cómo seguir la pista de tu progreso en el mapa te ha ayudado mantener tu motivación a lo largo de toda la semana?
  • ¿Qué puedes hacer a partir de ahora para mantener tu motivación y seguir avanzando hacia tu objetivo final del desarrollo de la habilidad que elegiste?
Fotografía: Cortesia de Martin-Dörsch, fuente: unsplash.com