“Cultivar ideas, igual que cultivar trigo, requiere tiempo”.

Tom Kelley, IDEO

PRÁCTICA DE DARSE CUENTA

Elige una melodía que dure unos 5 minutos. Mejor que sea algo tranquilo y que no escuches muy a menudo.

Encuentra un momento y un espacio tranquilo, donde y cuando puedas escuchar a la música sin interrupciones.
Siéntate con la espalda recta, pero cómodo y relajado. Pon la música y dirige toda tu atención hacia ella. Mientras suena la melodía, no debe existir nada más en el mundo para ti. Presta atención a cada sonido, cómo las diferentes notas se relacionan entre sí, qué sensaciones provoca en ti.

Lo que seguramente pasará es que en algún momento te distraerás con algún pensamiento, incluso puede que hasta por un rato. No pasa nada. Cuando te des cuenta de que te has distraído, dite “Esto no importa” y devuelve la atención a la música. Lo más probable que volverá a pasarte más de una vez. Cada vez que te distraigas, simplemente vuelve a dirigir la atención al sonido.

Fotografía: Cortesia de Fré Sonneveld, fuente: Unsplash.com

En realidad éste es el momento más importante del ejercicio: darse cuenta de que tu atención se ha desviado y saber devolverla al presente.

Es lo único que importa. Así, cuántas más veces te hayas distraído, te hayas dado cuenta de ello y hayas vuelto a la música, más habrás entrenado el músculo de tu consciencia.

OBSERVAR LOS PENSAMIENTOS

Durante un día observa a dónde van tus pensamientos. De la misma manera que has hecho con el ejercicio de la música, procura observar cuando tu mente se deja llevar por los pensamientos, se distrae de lo que ocurre en el presente. Pero ahora presta atención a esos pensamientos, de qué tratan. Apunta en la libreta todos los pensamientos irrelevantes de los que te des cuenta a lo largo del día.

Al final del día repasa lo que has anotado y reflexiona cómo los puedes conectar con los asuntos con que estás lidiando esos días, los que te preocupan, te importan.

INCORPORA INCUBACIÓN EN RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

Escoge un problema que actualmente te preocupa. Coge varias hojas de papel y apunta en ellas toda la información que tienes sobre el problema/situación. Añade todo lo que has intentado hacer para resolverlo. Apunta varias alternativas de posible solución.

Esconde los papeles en algún sitio y olvídate del problema por tres días. Si quieres, crea un ritual del olvido, para permitirte no pensar en ello durante esos tres días. Si te pillas pensando en el problema, haz tres respiraciones profundas y di: “Me permito olvidar este asunto solo por un tiempo. Volveré a pensar en ello al cabo de tres días.”
Sin embargo, apunta todas las ideas que te van a venir a la cabeza en esos tres días (lleva contigo una libreta o cualquier app en el móvil/tablet para anotar ideas).

Durante esos tres días piensa en 10 diferentes maneras de facilitar la incubación y pruébalas todas.

Fotografía: Cortesia de Craig Garner, fuente: Unsplash.com

Ejemplos:

  • Visualiza la casa de tus sueños. Trata de imaginarla con todos los detalles. Visualízate paseando por ella, viviendo en ella. Muebles, decoración, vista de las ventanas, temperatura, olores. ¿Quién vive contigo? ¿Qué hacéis? ¿Qué oyes? ¿Qué ves? Ves visualizándola periódicamente durante los tres días.
  • En lugar de la casa visualiza cualquier otro sueño tuyo hecho realidad.
  • Lava los platos (a mano, no en lavavajillas).
  • Limpia el piso.
  • Conduce el coche por los caminos que conoces muy bien.
  • Tómate un baño.
  • Da largos paseos.
  • Ves a un museo.
  • Garrabatea. Crea mandalas.
  • Pela 5 kilos de patatas.

Cuando al mitólogo, profesor y escritor Joseph Campbell le preguntaron “¿Qué técnica de meditación utiliza?”, él respondió: “Subrayo frases”.

Al cabo de tres días, recupera los papeles, repasa la información que tienes apuntada, revisa las ideas que te vinieron durante esos tres días y piensa cómo puedes conectarlas a tu problema.

Intenta formular la solución.

Si aún no ves la solución, puede significar tres cosas:

  • Necesitas más información.
  • Necesitas reestructurar tu percepción de la situación.
  • Necesitas más incubación.