¿De qué color es tu aburrimiento? ¿A qué sabe el cansancio? ¿Qué textura tienes cuando estás decepcionado?

¿Te es fácil contestar a estas preguntas? Si tu respuesta es “sí”, es muy probable que puedas imaginar y aceptar los puntos de vista inusuales con bastante facilidad. Es una habilidad creativa muy importante.

Sin embargo, si tu respuesta es “no”, no hay razón para desconsolarse. Esta entrada es para ti. Y el arte abstracto también. No te preocupes. No vamos a hablar ni de historia del arte, ni de su significado, ni de construir discursos intelectuales filosóficos.

En creatividad todo gira alrededor de conseguir ver algo de una nueva manera, obtener una mirada distinta hacia las cosas, salir de la percepción habitual.

Muchas veces nos quedamos atrapados en nuestro encuadre de la realidad, que no nos permite ver una solución, porque confinamos esta realidad dentro de las denominaciones de las palabras.

El lenguaje verbal, por mucho poder creativo que tenga, a veces sirve de guardián de la prisión de nuestras fijaciones mentales.

El arte abstracto nos puede servir de llave para salir de esa prisión.

¿Qué emoción para ti expresa este color?

Date cuenta de que no estamos hablando aquí de las interpretaciones convencionales del tipo “rojo representa pasión” y “amarillo significa separación”. ¿Qué pasa contigo, en tus entrañas, cuando miras este color especifico en este momento concreto? Si tu vida dependiera de tu asignación de una emoción a este color, ¿qué le asignarías?

¿Y qué emoción podría estar detrás de esta línea?

¿A qué estado de ánimo corresponde esta textura?

Si estas dos líneas fueran unos personajes, ¿cuál sería su historia?

Ahora prueba hacerlo al revés. ¿Recuerdas aquel juego en el que un grupo de personas imagina si una persona fuera un animal, qué animal sería?

Coge una hoja en blanco y una caja de lápices de colores, ceras o rotuladores. También puedes utilizar cualquier programa de dibujo para ordenador o app para tablet.

Primero cierra los ojos y escucha atentamente tu interior. ¿Cómo estás en este momento? Si fueras un color, ¿qué color serías? Si fueras una línea, ¿cómo sería esta línea? ¿Qué grosor tendría? ¿Qué textura? ¿Cómo sería su trazo? Si fueras una figura geométrica, ¿qué figura serías?

En este juego no hay reglas, no hay respuestas correctas e incorrectas. Solo estás tú con tu estado interior y tus sensaciones. Y solo hay una verdad. La tuya.

Coge de tu caja el color que mejor represente para ti tu estado en este momento y traza la línea que visualizaste. No se trata de hacerlo bonito. No es un concurso de caligrafía. Simplemente estás intentando encontrar una forma que para ti tendría un cierto significado. Intentando expresar con una línea y un color aquello que normalmente estas acostumbrado a denominar con palabras. Y si no hay palabras, ¿qué forma obtiene?

Trata de hacerlo cada día durante una semana. Luego empieza a expresar las cosas un poco más complejas. Por ejemplo, por la noche al volver desde el trabajo, dibuja con líneas y formas como te ha ido el día. No de manera figurativa. Del mismo modo que antes habías expresado con una línea tu estado.

Con un poco de práctica llegará el día en que el mundo que te rodea obtendrá una nueva dimensión. Empezarás a ver las cosas más allá de sus etiquetas verbales. Y esto es la creatividad.

¿Te ha gustado? También te puede interesar:

Privacy Preference Center