PIRUETA CREATIVA por Irina Mishina y Tana Sanz. Parte 2.

Ima Blumm:

Conectividad y colaboración se convierten en la base de nuestra vida, en unos de los principales pilares de la nueva manera de funcionar que empieza a emerger. Es lo que yo llamo: “economía creativa”, la economía que gira en torno a las ideas.

Las ideas que surgen en el entorno conectado y colaborativo.

Necesitaremos mucho coraje para prosperar en este sistema, porque uno necesita mucho coraje para seguir lo que le dicta el corazón y sus corazonadas, y es lo que todos tendremos que aprender a hacer.

Fotografía: Cortesia de Maria Carrasco Rodriguez, fuente: unsplash.com

Las nuevas ideas surgen en momentos en los que permitimos a nuestra mente aflojar los marcos de nuestra percepción del mundo.

Y esto es lo que más nos cuesta. Esto es lo que va a requerir más coraje de nosotros, más del que necesitamos, para pasar a la acción. Últimamente he estado reflexionando sobre los argumentos de que las escuelas matan la creatividad. Es totalmente cierto que el sistema educativo en nuestro mundo es anticuado y está dejando de funcionar, sin embargo creo que la principal razón de por qué a medida que crecemos perdemos nuestra creatividad (en la mayoría de casos) es por el funcionamiento de la sociedad. El sistema educativo solo tiene una pequeña parte de relación con ello. A medida que crecemos las expectativas nos pesan más y más, tanto las nuestras como las que los demás tienen en nosotros, y se amontonan las responsabilidades que nos obligan a buscar resultados. Esto es lo que mata en nosotros la creatividad que teníamos de niños.

Hoy en día, a pesar de que todo el mundo habla sobre la importancia de la creatividad, en cada esquina se oye “las ideas no valen nada si no aportan ningún resultado”. Esta actitud  limita ya de entrada nuestra capacidad creativa.

Necesitamos ser capaces de permitirnos de vez en cuando experimentar sin tener en mente conseguir resultado alguno.

Sin preguntarnos “¿de qué me sirve?”. Crear por crear, jugar por jugar. Hacer tonterías. Garabatear. Inventar palabras.

¡Inventemos palabras!