Hoy ha empezado mi aventura creativa en Estados Unidos. Antes de ir a la Universidad en Buffalo donde pasaré tres semanas sumergida en el mundo de solución creativa de problemas he decidido pasear un poquito por la calles de Manhattan. No voy a explicar la solución de ningún problema ahora mismo. Pero he pensado que la teoría de Creative Problem Solving se puede aplicar perfectamente a mi relación bastante contradictoria con la ciudad de Nueva York (bueno, no la ciudad entera, no es que he estado en muchos sitios fuera de Manhattan).

Es que hace bastantes años, cuando la visité por la primera vez, Nueva York me decepcionó enormemente, tanto como puede decepcionar solamente el sueño que llega a ser la realidad y te das cuenta que la realidad no tiene nada que ver con el sueño. Sí, siempre lo tenía muy presente que mi decepción original con la Nueva York fue debida a las demasiadas expectativas que había tenido. Yo había esperado algo cósmico pero, sinceramente, me encontré dentro de un pozo de piedras que no habían sido lavados en cien años.Y donde además caían edificios…

La primera regla del desarrollo de actitud creativa consta que tenemos que trabajar en suspender nuestro juicio.

Es decir, antes de decir “no”, piensa de que manera podrías llegar a decir “sí”. No juzges, sino da oportunidad a las cosas por muy inapropiadas que pueden parecer a la primera vista. Así que he decidido dar a Manhattan la segunda oportunidad (no es que Manhattan la necesite precisamente, pero yo tal vez sí).

Durante 4 días voy a pasear por sus calles suspendiendo el juicio y aplicando las reglas del desarrollo de una actitud creativa a MI actitud hacía la ciudad. Os iré informando;-)